lunes, 27 de marzo de 2017

Yo y todos queremos volver a Siria

Tuve el privilegio de estar en Siria durante 15 días antes de la guerra, recorriendo el País en coche con un amigo y un guía. Un privilegio en un País que apenas tenía turismo pero mucho que ofrecer. Conocí a sus gentes, jugamos al backgammon con ancianos que nos ofrecían una partida en Malula y nos dejamos seducir por los contrastes de un País cautivador del que apenas queda nada.

Soy maestra y disfruté hablando con los niños y mayores en Siria. Comprobando la huella que habían dejado en nosotros los Omeyas de Damasco desde el arte hasta en nuestro físico.

Disfruté oyendo las historias que contaban de Saladino y el respeto que había entre religiones por aquellos días.

Yo vi una Siria alegre, antigua, en la cual el reloj se había detenido en sus calles. Calles bulliciosas por las noches con parques abarrotados de gente y familias. 

Desde Damasco, Alepo, Hamma y la lejana Palmira todo era hospitalidad. El ofrecerte unos dátiles a la puerta de una casa o el prepararte un té en medio de la nada.

Recuerdo sus caras y me pregunto donde estarán, que fue de ellos. Por eso os dejo una muestra de lo que era Siria porque no quiero que se olvide como era y cómo eran y son sus gentes. Personas que quieren volver a su País y que seguramente nunca quisieron verlo como hoy está.

La entrada en este Blog va a servir para hablar de los refugiados en mi clase y que mis alumnos vean como era Siria antes de tanta barbarie pero sobre todo para hacerles ver que hay niños como ellos que reían y eran felices en su País.

* Damasco














* Malula





* Alepo




* Hama




* Palmira